El proceso de oposiciones docentes de este verano ha dejado titulares sorprendentes y una fotografía muy variada según la comunidad autónoma. Un fenómeno que sirve para reflexionar sobre las opciones reales de los opositores y cómo, a veces, la decisión de moverse puede ser clave para conseguir plaza fija. Estos datos demuestra que hay muchas más oportunidades reales de las que parecen: mientras algunos opositores se “amontonan” en las comunidades más concurridas y populares, otras regiones ofrecen plazas sin apenas competencia, esperando candidatos dispuestos a aprovechar la ocasión.
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Plazas desiertas: especialidades difíciles de cubrir
En Galicia, las oposiciones a secundaria han dejado el 20% de las plazas vacantes –174 puestos que nadie ha conseguido aprobar, pese a que se presentaron cerca de 17,000 opositores. Es llamativo que, pese al elevado número de aspirantes, muchas especialidades (como Matemáticas) no han logrado cubrir su oferta por falta de aprobados, lo que ha dejado plazas desiertas incluso en áreas tradicionalmente muy demandadas.
Esta situación se repite en otras regiones: en Castilla y León, el 80% de los puestos de Matemáticas han quedado vacantes; en Madrid, el 69% de Informática. A escala nacional, se estima que casi una de cada cuatro plazas convocadas este año (más de 3,900 de un total de 16,647) no se ha cubierto, con Baleares (53% de vacantes), Castilla y León (52%) y Madrid (36%) entre las más afectadas.
En Aragón, tras publicarse las listas definitivas, la asignación de plaza y la entrega de documentación, también han quedado numerosas vacantes en especialidades STEM, dejando abierta la posibilidad de futuras incorporaciones interinas.
El otro extremo: comunidades con sobredemanda y ratios altísimos
Mientras hay regiones que no logran cubrir plazas, existen otras donde obtener plaza puede ser una auténtica proeza. Por ejemplo, en Andalucía y la Comunidad Valenciana, aunque hay una gran oferta, las especialidades más populares como Educación Infantil, Primaria o Inglés, congregan ratios de 60, 70 y hasta 100 opositores por plaza, lo que reduce significativamente las probabilidades de éxito en la primera convocatoria.
En comunidades insulares como Canarias o Baleares, la suma de oferta por procesos extraordinarios y jubilaciones puede disparar la competencia en algunas materias, sobre todo en áreas más “atractivas” para residentes peninsulares.
Oportunidad real: moverse para lograr plaza
La clave del éxito puede estar en la flexibilidad geográfica. Cambiar de comunidad autónoma significa, muchas veces, aspirar a especialidades o regiones donde faltan opositores y sobran plazas. Muchos aprobados en los últimos años coinciden en que presentarse donde hay déficit docente o menos demanda multiplica las opciones de conseguir plaza fija, entrando más rápidamente en listas de interinos y en la carrera de la función pública docente.
Legalmente, obtener plaza fuera de tu comunidad no cierra puertas: existen mecanismos de movilidad posteriores (concursos de traslados, permutas) que te permitirán volver a tu región de origen tras unos años de experiencia y práctica docente. La competencia baja, las jubilaciones y el déficit estructural de profesores en ciertas regiones son una oportunidad que no deberías dejar pasar si tu meta es obtener la plaza cuanto antes.
Si cambiar de región no te supone un problema, baraja todas las opciones: tu futuro como funcionario puede estar a solo unas horas de distancia.